Queda el vacio
El lado más seco del polvo 
La cúpula de silencios y la moral herida
Porque después del abandono todo es lento
y cada cicatriz, ruinas y grietas, olivos y cartas
caricias y espinas, golpes de espalda,
es un recordatorio de que estas
solo.

Solo
como la quimera de la mar dulce
solo
en los ojos de plata de las viudas
solo
como manos de leprosos
solo
eco de llanto náufrago en el hades

La soledad es la costumbre
de los ángeles sin cielo. 


En este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.
Ramón De Campoamor

Esta frase de Campoamor es la justificación de muchos argumentos. Sus defensores aseguran que la verdad no existe, pues es una construcción completamente subjetiva y por lo tanto cada quien tiene un -su- trozo de ella.  

Es cierto: hay problemas, circunstancias, en donde la subjetividad impera, pero aún en las disciplinas más susceptibles a esto (el arte, por ejemplo) siempre existe un referente, un paradigma, un contexto que nos permite aproximarnos y apreciar con mayor acierto el sujeto en cuestión.   

Esto no le gusta a mucha gente. Pensar en que todo es "según se mire" nos permite opinar con mayor desenfado sobre cosas totalmente ajenas a nuestra formación y experiencia.

Fraccionar la verdad como la suma de perspectivas es la mejor excusa para que las tesis más disparatadas sean valoradas de la misma forma que aquellas que son verificables, pues ambas son catalogadas como verdades personales.

¿Lo hechos son construcciones democráticas?

Si abordamos los hechos desde esta “teoría de los cristales” sería imposible determinar cuándo una opinión pasa a ser información y por lo tanto se renuncia a la posibilidad de crear conocimiento y soluciones mediante el debate. 
  
Por esto defiendo el hecho de que la verdad es una posibilidad.

Así pienso desde el cristal por el que miro. 

Fuente Imagen

 

Este blog aspira ser una línea de tiempo que registre las huellas de mis impresiones sobre temas diversos, pero no divorciados: comunicación social y arte [sobre todo cine & literatura]. 

Como todo blog personal las líneas que siguen a esta entrada tendrán como límite las fronteras de mi propia imaginación, formación y experiencia, pero sobre todo son líneas honestas. 

Los textos aquí publicados son parte del ejercicio hedonista que brinda la lectura y escritura: la reanimación de lo vivido y la (re)construcción de la memoria. 

Este blog evidencia la esencia de mi tiempo, una realidad alimentada de ficción. 

Una historia que se extiende en la complicidad del lector.